Como realizaremos una pequeña parada en este municipio qué mejor que ponernos un poco al día sobre sus características e historia.
Su capital está situada junto al estuario del Asón, sobre el antiguo camino que comunicaba la villa de Laredo con la Meseta, a 29 m de sobre el nivel del mar y dista 54 km de Santander. En el pasado el puerto del barrio del Rivero de esta localidad gozó de cierta importancia, pues el río era navegable hasta Carasa (Voto) y Marrón (Ampuero) y en su entorno se establecieron varios astilleros, fábricas y otros negocios.
Limpias llegó a agregarse al señorío de Vizcaya, al menos en 1774 así se documenta, pero en el siglo XIX pasa definitivamente a Castilla, perteneciendo siempre al partido judicial de Laredo.
Atesora un importante patrimonio artístico religioso y civil. Su iglesia parroquial, bajo la advocación de San Pedro Apóstol, fue construida en el siglo XVI y custodia un hermoso retablo mayor, sufragado a finales del XVIII por Diego de la Piedra Secadura, caballero de Santiago fallecido en 1779. La obra está presidida por el famoso Cristo de la Agonía, que convirtió el santuario en lugar de peregrinación a comienzos del siglo XX, a raíz de una serie de sucesos milagrosos. El templo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1983.
En cuanto a la arquitectura civil son de destacar el conjunto de edificaciones levantadas en el siglo XVIII, muchas de ellas obra del maestro de cantería Pedro de Toca Solórzano, y las numerosas residencias del siglo XIX y comienzos del XX, que jalonan sus calles, entre ellas el Palacio del Conde de Albox.
A lo largo de la historia han sido muchos e importantes los Señores y su descendencia en Limpias, de muchos aún quedan casas blasonadas, y de otros sólo vestigios o referencias de su existencia. Algunos de los edificios más destacados son:
Casa y torre de Palacio, fue en 1440 la vivienda de Pedro Gil de Palacio y su esposa María García de Alvarado. La tradición dice que la Reina Isabel de Castilla y su hija Juana, que se dirigían a Laredo para embarcar hacia Flandes, se hospedaron en esta casa a su paso por Limpias. La casa se encuentra en el conocido Camino Real, donde se dice que pasó en 1556 el emperador Carlos V en dirección a Burgos cuando se dirigía a su retiro en el monasterio de Yuste en Cáceres.
Son numerosos los edificios que podrían citarse. Hay que resaltar que Pedro de Toca Solórzano, además de varios edificios y obras que realizó en Limpias, también labró los pedestales de cantería de los retablos del Santuario de la Bien Aparecida en Hoz y Marrón.
El nuevo Parador de Limpias está ubicado en la finca del Palacio de Eguilior, que fue sede veraniega del Consejo de Alfonso XIII. El Palacio perteneció al Conde Albox, D. Manuel de Eguilior y se atribuye al arquitecto Emilio de la Torriente. Constituye el Palacio un gran bloque cúbico con cuatro pseudotorres en las esquinas pero que no destacan en altura. Construida en estilo rústico, destaca la mampostería de sus muros en contraste con los esquinales y sobre todo los grandes balcones y una portalada historicista con una derivación modernista. Construido en el siglo XIX acogió varias reuniones del consejo ministerial durante el reinado de Alfonso XIII.
Etimología
Existen principalmente dos versiones respecto al moderno nombre de Limpias:
Cantabria fue en la antigüedad la puerta al mar para Castilla. Las mercancías que se transportaban por barco: trigo que bajaba por el puerto de los Tornos, nueces y castañas de los montes de Cantabria, etc., se depositaban en el ribero de Coabab para su limpieza, que a su vez hacía de puerto. Con el tiempo y la constante tarea de limpieza, quizá la comodidad del habla dejó en segundo plano el nombre de Coabab y dio paso al nombre de Limpias.
Parece ser que antiguamente la población de Coabab fue famosa por sus aguas termales, aguas sulfhídricas templadas, de excelentes propiedades, que se empleaban con gran acierto en combatir enfermedades cutáneas. El preciado líquido procedía de tres fuentes de aguas potables de excelente calidad y de un manantial de aguas minerales. Una de estas fuentes o manantiales que aún discurren, es la “Fuentenilla”, que se encuentra en la carretera que lleva a la villa de Seña. Tal vez estas “límpidas aguas”, aguas cristalinas de dichos manantiales, pudieron dar paso al apócope de Limpias.
Historia
Según documentación, el pueblo de Limpias aparecía antiguamente con el nombre celta de Coabab o Koabab. Se supone que con anterioridad al siglo XII, Coabab formaba parte de una serie de territorios de una antigua tribu celtíbera. Ya en el año 1201, el Rey Don Alfonso VIII y en virtud del fuero concedido a Laredo, la población de Coabab pasó a formar parte del vasallaje de Laredo.
El desarrollo histórico de este pueblo se vio favorecido a partir del siglo XV por su situación geográfica al convertirse en uno de los puntos clave que unía el puerto de Laredo con la ciudad de Burgos.
A mencionar del siglo XVI, el importante puerto denominado del Ribero por el que se exportó enormes cantidades de hierro y madera a Inglaterra y Flandes. Siglos después, el puerto se dedicó a enviar trigo castellano hacia América.
También es llamado o conocido por el Cristo de Limpias, famoso en la región pues la tradición dictaba que la talla de Jesucristo miraba a los fieles y sudaba sangre. En algunas tradiciones también se dice que respiraba.
Por último mencionar a los tradicionales picatostes con chocolate, merienda tradicional de la zona, en contraposición con los sobaos más típicos de las zonas montañesas.
1 comentario:
Hay tube yo una novia en limpias que guapa era un saludo pa rosa
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